martes, 29 de noviembre de 2011

Educación e internet… mediadas por Vigotsky


Escribe: Cristóbal Suárez

¿Cómo nos puede ayudar el trabajo de un psicólogo nacido en 1896 en la ciudad de Orsha (actual Bielorrusia) para entender el aprendizaje en y con Internet? Así planteado hablamos de Lev S. Vigotsky cuyos trabajos sirven, sustancialmente, para entender que el aprendizaje –con y sin adjetivos- entraña una explicación social y cultural.

Para esta visión, lo social y lo cultural dejan de ser sólo campos de aplicación y pasan a ser parte de la explicación de la naturaleza humana. Esto implica un giro en la visión educativa. Esto es, la sociedad y la cultura no son aspectos secundarios en el desarrollo cognitivo, son aspectos que en definitiva crean, configuran y hacen posible lo específicamente humano en el individuo.

En apretadas líneas, el aprendizaje para la teoría sociocultural es un proceso de reestructuración subjetiva que no se genera ni en un vacío social ni es ajeno a la cultura. Para la teoría sociocultural la mente opera indirectamente (mediación) gracias a la intervención de los medios auxiliares de origen cultural que se dan en condiciones sociales.


  1. Se origina y estimula dentro de un proceso de mediación extendido en una red de interrelaciones sociales.
  2. Se genera en virtud de la influencia y apropiación reconstructiva de los instrumentos de mediación cultural, del empleo de signos y herramientas.
Esto permite ver que todas nuestras funciones mentales son funciones mediadas socioculturalmente. No existe, por tanto, aprendizaje fuera de la red de interacciones sociales, ni ajena al ejercicio de la cultura… Esto también tiene que ver con Internet.

Aprender en y con internet lleva el rasgo de la cultura digital y de las interacciones medidas tecnológicamente

Es decir, que en la relación educación e Internet, siguiendo lo anterior, no hay que perder de vista que:

  1. Internet no es sólo un medio sofisticado, sino que configura un auténtico entorno de acción social que opera como condición y motor de aprendizaje.
  2. Internet no sólo integra aplicaciones, sino que aporta las herramientas operativas y simbólicas con que pensamos y actuamos, y con lo que reconstruimos la cultura.
La explicación sociocultural nos debe llevar a pensar que el aprendizaje implica una naturaleza social y una instrumentalización cultural… también en y de Internet, claro está. Por ello es necesario percibir que toda reestructuración subjetiva,  el aprendizaje, implica a más de uno y lleva el rasgo particular del instrumento con que se actúa. Como señala Vigotsky “toda la actividad depende del material con el que opera” (2000, 129). Este punto es materia de otro desarrollo, aprendizaje con y de tecnología.

Por eso Internet no es una entelequia, todo lo contrario, configura una experiencia social y cultural valiosa para las personas que discurren en sus marcos de acción. Internet ofrece un entorno social y dinamiza una práctica cultural donde se inscribe la vida de muchas personas y, con ello, sus oportunidades y limitaciones al momento de aprender. 

Por eso el título y lo sustancial de este post: ¿qué supone internet desde esta mirada sociocultural? o, concretamente: ¿qué aspectos de nuestra mirada pedagógica se abren al percibir internet mediada por el pensamiento de Vigostky?

7 comentarios:

Unknown dijo...

Me parece que efectivamente las redes sociales son ahora constructoras, procesadoras y difusoras de una cultura que está creando aprendizajes en forma más expedita y práctica.

El chango viejo tendrá que aprender maromas nuevas.

Bartolomé Rubia dijo...

Mi enhorabuena a Dr. Cristobal Suarez por esta síntesis tan interesante y clara de la importancia de la concepción social del aprendizaje y la tecnología que más transcendencia social tiene en estos momentos. La red cumple ahora la misma función cultural que antes la microcultura o "patria chica", la religión, la micropolítica, el folklore, la sociedad a la que se pertenecía hace 100, ... Por tanto, no es tan novedoso, simplemente es la constatación de una visión sobre el aprendizaje, que desde las élites económico-sociales-religiosas, siempre ha estado presente como metodología de trabajo para enseñar a sus vástagos. Simplemente que a través de las revoluciones culturales del siglo XX y con la libertad de la red, se ha convertido en la más razonable aspiración de modelo de aprendizaje. Un abrazo Cristobal, BRubia.

Paola Dellepiane dijo...

Excelente artículo Cristóbal! Casualmente escribí un post hace unas semanas: "Entornos virtuales colaborativos para el aprendizaje"
http://aplicacionesenentornosvirtuales.blogspot.com/2011/11/vigotsky-nos-trae-un-enfoque.html
en el que traía a Vigostky como referente de un aprendizaje sustentado en un constructivismo social.
Ampliaré la entrada haciendo mención a tu artículo
Un saludo,

José Javier dijo...

Cristóbal: otro de los aspectos que destaco de la teoría de Vigostky es su concepto de la memoria de trabajo... yo lo he utilizado mucho en refuerzos educativos. Creo que, desde su concepción de la limitación de tareas simultáneas que el ser humano puede realizar a la vez, internet y toda la tecnología digital proporcionan un aumento considerable de los recursos disponibles en paralelo... Estos medios instrumentales pueden elevar el rendimiento profesional y personal de cualquiera que se lo proponga de forma consciente.

Claudio Ariel Clarenc dijo...

Hola Cristóbal.

Buen artículo. Te puede ayudar también la noción de Zona de Desarrollo Próximo y la relación entre pensamiento y lenguaje que el mismo Vygostki realiza.

Saludos.

Nelly Andrade dijo...

Excelente aporte, realiza una vinculación no solo relevante sino necesaria en la actualidad.
No me queda claro las referencias que realiza del año 2010, ya que refiere a Vigotsky, para quienes revisamos su aporte, sería valioso la consulta de la fuente que menciona,
Saludos !

Nancy Olivero Pacheco dijo...

Buen día buscando información sobre el enfoque socio formativo humanista, encontré este aporte claro y entendible de Cristóbal Brubia, sobre Vigostky, ahora el 12 de octubre del 2021. Diez años, después que bárbaro. Me encantó.