martes, 12 de julio de 2016

¿Tiene el alumnado la capacitación adecuada para su futuro desempeño?

Escribe Ángel Fidalgo

caminos
Fotografía by: A. Fidalgo
Nuestro alumnado está habituado a que se le diga lo que tiene que hacer, nunca el por qué lo tiene que hacer. Desde la más temprana edad se le indica que hay un camino educativo ya marcado que tiene que recorrer. Esto no sería grave si no fuese porque una vez que está dentro del camino se le sigue enseñando que su misión es recorrer el camino.
La enseñanza tiene un camino marcado para el alumnado, igualmente  lo tiene cada ámbito educativo y, por supuesto, también lo está en cada asignatura. La verdad es el camino, una verdad marcada en piedra, duradera, irrompible e incuestionable.
Cuando el alumnado está recorriendo el camino siempre se le indica cual es la siguiente etapa, pero nunca, nunca, les enseñamos a recorrer el camino: a que cuando se tropiecen tienen  que aprender del error (habitualmente se castiga al que cae), que es importante la cooperación, que hay que tomar decisiones y sobre todo, que tenemos que saber para qué caminamos  y a dónde vamos.
Cuando finalicen los estudios, independientemente del ámbito académico al que pertenezcan,  la sociedad tendrá miles de personas que conocen las verdades grabadas en piedra, pero a los que alguien tendrá que decirles qué tienen que hacer. Esperarán a que se  les muestren las nuevas verdades grabadas en piedras ¿es lo que queremos? ¿es lo que necesita la sociedad? ¿es lo que demanda el mercado laboral? Fuera del ámbito académico las personas tropiezan, aprenden, toman decisiones, innovan, construyen, generan nuevos servicios y productos ¿les preparamos para ello?
Es cierto que las leyes, las normas  y los centros tienen definidos los caminos, pero también es cierto que el profesorado (que somos los que estamos con el alumnado) podemos enseñarles a que tan importantes son los caminos marcados como la forma de recorrerlos. Que es importante conocer las verdades, pero también cuestionarlas.
 En todas mis asignaturas planteo la realización de un trabajo en equipo. Les digo cómo se recorre el camino (la competencia del trabajo en equipo), les formo en los procesos que les ayudaran a recorrerlo  y les digo para qué tienen que recorrer el camino (deben hacer un trabajo cuyo resultado solucione una necesidad concreta del propio alumnado).
 ¿Saben que trabajos suelen realizar?
Hacen trabajos para dar información a futuros alumnos que se planteen hacer la misma titulación que están realizando ellos (incorporan su propia experiencia), investigan para que sus propios compañeros tengan información que les ayude a elegir especialización,  o para que todo el alumnado conozca las salidas laborales que tiene su titulación y  también realizan trabajos donde incorporan su experiencia para que a otros alumnos les sea más fácil aprobar la asignatura.
Parece que, según el propio alumnado, las necesidades que ellos mismos tienen se basan en conocer información que les ayude a tomar decisiones y a recorrer el camino marcado por la asignatura.
Invito a todo el profesorado que lee el blog a que dedique una parte de su asignatura  a enseñar a recorrer caminos,  a tomar decisiones y a que las verdades no se escriben en piedra. Estoy convencido que con estas pequeñas acciones prepararemos a nuestro alumnado para construir un mundo mejor.

Tomado de Innovación educativa con permiso de su autor

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